El
lenguaje manejado por el presente ensayo del profesor se maneja bajo el esquema
de la debacle nacional, el fracaso del Estado, la pretorianización del régimen
y la legitimidad del mismo, por mencionar algunas. Estas situaciones, son
trabas que impiden la ejecución de la hoja de ruta establecida por la
presidencia de 2006-2012, al mando de Calderón Hinojosa, que se ve
descompuesta, por el panorama internacional de la crisis económica, que
trastoca el ciclo económico mexicano de ese entonces, y de ahí, la falta de
empleo, el abandono del campo, la inflación, y algunos otros efectos
secundarios que trae consigo el agotamiento del sistema político y económico de
el país (Nieto, 2013)
La
postura que se asume a lo largo de los dos primeros capítulos, es sin duda
desafiante, y la documentación mostrada, incisiva, el amplio panorama de datos que compila el
profesor, trae para mí el entendimiento de el ciclo económico que se encontraba en declive, el Estado de
derecho que se veía vulnerado por el gran poderío de los carteles del crimen
organizado que dejaron ver la lucha armada que se inicio al interior del
ejecutivo y perdió fuerza en el congreso y en los estados de la federación, con
en el caso de Michoacán, donde la falta de consenso y la mala organización de
las políticas en seguridad nacional se vieron mermadas por la creciente
violencia y la articulación de carteles al interior del territorio, en disputa
por el control del mercado de las drogas.
Es
fácil entender que fue lo que ocurrió en el sexenio calderonista sin
consideramos las variables que para entonces se presentaban, además se vuelve
interesante este ensayo al momento de buscar las fuentes de los problemas, y no
sólo eso, sino también, entender porque no se resolvieron y tener la certeza de
que la alternancia de 2002 (Nieto, 2013: 57) no fue la solución de los
problemas del país.
El
profesor explica que para este entonces, la gestión de gobierno se complicó y
se debilitó por causas de intereses externos, de actores que no debieron estar
involucrados en las decisiones de gobierno como "el Ejército, los
sindicatos corporativos o la Iglesia Católica" (Nieto, 2013: 53) y algunos
otros poderes fácticos como los medios de comunicación, que además de
entorpecer la gestión de gobierno en curso, desviaban las acciones del
funcionamiento legislativo, además del desencuentro entre partidos al interior
del congreso.
La
fe del ejecutivo en pretorianización del país, como Nieto lo señala es
evidentemente, una condición de debilidad, la ocupación militar trajo temor a
la población, se pierde la sensación de libertad y seguridad, se desencadena la
lucha armada y como dice el autor, el Ejército toma un rumbo político y nacen nuevos problemas para el
gobierno, aún sin considerar las muertes y daños que dejó la guerra contra el
crimen organizado.
Bajo
estos ecenarios, y esquemas que no concuerdan con la realidad, ¿sería posible
el colapso del Estado? ¿Fueron o no adecuadas las medidas ejecutadas por el
gobierno?
Bibliografía:
Nieto,
Gerardo. (2013). La Presidencia Débil 2006-2012. Distrito Federal: Siembra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario