martes, 12 de noviembre de 2013

Alumna: Betsabé Jael Macías Bernal

MACÍAS BERNAL JAEL BETSABÉ
Las transiciones en México.
Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, ex presidente de los Estados Unidos Mexicanos en el sexenio 2006-2012, panista y católico de corazón, llega al poder a través de sorpresa, polémica y controversia.
Sin embargo, éste personaje no es el tema central de “La presidencia débil: 2006-2012. Ensayo político sobre la dialéctica del caos”, habla generalizando todo el debilitamiento del gobierno federal, desde el factor económico, hasta lo social entrando en ésta categoría la seguridad.
 En los primeros dos capítulos, el autor nos transmite a través de un estudio del Banco Mundial, la mala administración que se tuvo en este sexenio, a partir de cuatro ejes principales, y México recibe fuertes críticas. El sistema político mexicano deteriorado, corrupción, y poderes fácticos son factores que influyen en cómo guiar éste país, y esto no sólo es desde éste sexenio, pero es aquí donde el gobierno sufre una crisis hasta llegar al punto de militarizar parte del territorio mexicano.
“La gobernabilidad es un concepto global que alude  […] al grado de gobierno con el que los países cuentan […] el grado de gobierno es mayor cuando un país es capaz de regirse por un efectivo Estado de derecho que sanciona prácticas, grupos y organizaciones que operan al margen de la ley y, sobre todo, cuando el Ejército  está acotado a su función constitucional”. (Nieto, 2013: 44). Retomo esté fragmento ya que las Fuerzas armadas juegan un papel muy importante en esta alternancia, porque de pasar de recurso último, pasó a tomar el primer plano en cuanto a la seguridad del país.
En el concepto de Estado fallido, entra sin lugar a dudas, desde mi percepción, el factor militar, ya que el gobierno depende de éste, y por tanto provoca un debilitamiento constitucional que conlleva desde no tener el control del Ejército,  que toma una fuerza impresionante gracias a las facilidades que se les concedió a través de la famosa  “guerra contra el narcotráfico”.
Hasta el punto social, porque “ […] los operativos militares dejan de generar temor entre los cárteles de la droga, dispuestos a un enfrentamiento directo con el Estado lo que recrudece la espiral de violencia” (Nieto, 2013: 71) tomo el caso de “Nuevo Laredo, en el que se encontraron 23 muertos, nueve colgados de un puente, y 14 encontrados al día siguiente en una camioneta” [1]con esta referencia de uno de los tantos casos de muerte de inocentes es cómo el narcotráfico le contesta al gobierno federal; lo que piensa a cerca de lo que están haciendo mandando al Ejército a los distintos estados del país, provocando también miedo entre la sociedad.
¿Cómo se le pudo ocurrir al gobierno tomar al Ejército como recuso para la seguridad nacional? A mi juicio, lo único que logró con esto fue  “[…] un saldo de 121 mil 683 muertes violentas, según datos dados a conocer hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)” [2], no combatió al narcotráfico porque es una red inmensa y difícil de corromper, y terminó de rematar la decepción de los ciudadanos hacia el PAN, y por ende, hacia el gobierno, fortaleciendo una antipolítica entre los mexicanos.
BIBLIOGRAFÍA
Nieto, Gerardo. “La presidencia débil: 2006-2012. Ensayo político sobre la dialéctica del caos”. México, Strategos, 2013.
[1] De la Redacción, Notimex y Reuters (2012), “Recrudece la guerra entre cárteles en Nuevo Laredo; ayer, 23 muertos”.  La Jornada (en línea) Consultado el 12 de noviembre de 2013, URL= http://www.jornada.unam.mx/2012/05/05/politica/002n1pol

[2] Ruiz Ricardo (2013), "Más de 121 mil muertos, el saldo de la narcoguerra de Calderón: Inegi". Proceso (en línea), Consultado el 12 de noviembre de 2013, URL= http://www.proceso.com.mx/?p=348816

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