Roldán Gutiérrez Ana Lidia
La presidencia débil 2006- 2012. Ensayo
político sobre la dialéctica del caos.
De acuerdo con Giovanni Sartori, el sistema
presidencial tiene como principales características las siguientes: el
Presidente (que es jefe de Estado y de gobierno) es electo popularmente, éste no
puede ser retirado del cargo por decisión del Congreso, encabeza el gobierno
que designa y cuenta con la separación de los poderes Ejecutivo, Legislativo y
Judicial.[1]
En el contexto
de México, Jorge Carpizo definió el presidencialismo como el periodo en el
cual el titular del poder Ejecutivo actúa como columna vertebral de todo el
sistema político al adquirir facultades constitucionales, al ser al mismo
tiempo jefe de partido, influir en la integración de los poderes Judicial y
Legislativo, ejercer control sobre los medios de comunicación, dirigir
indirectamente los procesos electorales, participar con voz de calidad en el
proceso para designar a su sucesor en la Presidencia, asumir facultades de
designación y remoción de los gobernadores de los estados, entre otras.[2]
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Capítulos 1 y 2. La ruta del colapso. Silenciosa pretorianización.
Al inicio del primer capítulo, se menciona que tres años después de
iniciar el sexenio del presidente Felipe Calderón Hinojosa, aparece un estudio
lanzado por el BM sobre la gobernabilidad global, en el cual, de seis rubros a
evaluar, México reprueba cuatro: Estabilidad política, Estado de derecho,
control de corrupción y rendición de cuentas.
Si
tratamos temas de seguridad, es importante mencionar que el ex presidente
declaró una nueva campaña contra el narcotráfico, donde involucró al ejército mexicano,
sobre todo en operativos especiales que fueron llevados a cabo en diversos estados de la República Mexicana y
que provocaron el aumento en las cifras de ejecuciones, creando una atmósfera
cotidiana llena de violencia.
A la
vez el impulso para la modernización de los cuerpos policiacos del país,
implementando Programas y Estrategias Nacionales de Seguridad como el Proyecto:
"Plataforma México" que entre otras cosas se refiere a la existencia
y puesta en marcha de un sistema único criminal en todo el país, que no fue más
que otro intento fallido de un presidencialismo que olvido las prioridades, compromisos
y necesidades de su población.
Sin
embargo, queda a bien preguntarnos si éste “gran fracaso” es resultado de un sexenio y medio del régimen panista, o en su caso, un
vaso que ha venido siendo llenado desde hace más de 70 años y hasta ahora
empieza a derramarse.
Sí
alguna vez, México tuvo el concepto sartoriano de presidencialismo ¿En qué
momento lo perdió? ésta y muchas otras dudas más se quedan para un futuro
cercano e incierto que nos envuelve como jóvenes y posibles intérpretes de
cambio.
Nieto, Gerardo. “La presidencia débil: 2006-2012. Ensayo político sobre la dialéctica
del caos”. México, Siembra, 2013.
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