lunes, 11 de noviembre de 2013

Alumno: Aarón González González

LA BUSQUEDA DE LA PAZ POR MEDIO DE LA GUERRA
Aarón González González
Grupo: 22

No cabe duda que a lo al paso de los años uno se va dando cuenta de lo que le ha tocado vivir, a mi como a millones de mexicanos nos tocó ver ciento de veces muertos en el periódico o en la televisión, nos toco ver las calles de México prácticamente sitiadas por el Ejército, la marina y la policía federal, parecía un país en guerra, nos ha tocado ver una y otra vez como el estado viola los derechos humanos y como los monopolios y la gente con dinero hace lo que se le plazca con el país.
Muchas personas piensan que era hora de que un presidente tomara las riendas de una llamada “guerra contra el narcotráfico”  un combate que las cifras no me dejaran mentir, está perdida. No se puede llamar a un guerra ganada  que dejo 60 millones de muertos, número no solo conformado por delincuentes  también por  hombres, mujeres y niños. Es este el tema principal del ensayo, la turbulenta y tropezada presidencia de Felipe Calderón Hinojosa.
 El sexenio de Felipe Calderón fue un gobierno donde se vivieron diversos cambios en la estructura social, económica  y política de México. Cambios que le han dado a México el calificativo de “Estado fallido”, Gerardo Nieto hace una leve referencia a este término dándonos una perspectiva más amplia del concepto “la condición de Estado fallido no está relacionada sólo con la persistente crisis de inseguridad y la expresión territorial del narcotráfico (…) sino con un conjunto de problemas que van desde la extensión social de la pobreza hasta el debilitamiento institucional”[1].
Desafortunadamente  México cumple con las condiciones de un “Estado fallido”. Ahora bien que sabemos el punto en el que se encuentra nuestro Estado podemos hacer un énfasis en los principales problemas que se produjeron durante este gobierno. El primero en el que centraremos nuestra atención es la creciente descomposición de las instituciones y de la moral que reside en nuestro país, haciendo referencia a Gerardo Nieto “los costos de transacción son elevado porque aquí  hay un débil acatamiento de de reglas, no hay valores que se observen y no hay instituciones que funcionen adecuadamente”[2]. Las instituciones están totalmente inmersas en la corrupción, este mal funcionamiento hace que las condiciones que se prestan a la sociedad son prácticamente nulas y hacen que los elementos que caractericen al Estado se vean nulificadas, esto es conocido como “el colapso rápido”.
El siguiente problema que se va a tratar es la creciente aparición de los militares, marinos y policías federales en las calles del país. La proliferación de estos elementos en las vigilancias de gran parte de los estados se ha visto de una manera desmedida donde la policía estatal se ha visto desplazada casi por completo de sus funciones. Esta medida se ha tomado con el argumento de la creciente corrupción que se ha dado entre los elementos que conforman estas policías estatales. Esta militarización es también conocida como pretorianización, esta expresión es bastante dura y nostálgica, ya que el momento en el que se ha llegado a esto  nos habla de un empoderamiento excesivo y alarmante del las Fuerzas Armadas.
La fuerza que se aloja en el Ejército no solo se ve reflejado en la aparición de sus militantes, también se ve enmarcada en la creciente importancia en cuestiones administrativas del gobierno, el poder delegado al Ejército por parte del gobierno es con una simple razón, la conservación del régimen habita principalmente en el ejercito, pero las Fuerzas Armadas no exigieron más poder, Calderón se los otorgó sacándolos del marco jurídico y constitucional al que estaba sujeto el Ejército, ya que los saco de los cuarteles y los puse en los calles “El Ejército cambia. Lo ha hecho con base a requerimientos políticos del régimen” [3] y debido a las debilidades institucionales del país Calderón tuvo que recurrir a la militarización del mismo.
Todas estas decisiones han desatado una serie de factores que no son bienvenidos si se quiere conformar una nación democrática y soberana. Los efectos de la militarización han repercutido en diferentes ámbitos en la sociedad, estos vienen desde un simple descontento, hasta la pérdida total de legitimación por parte del pueblo. Calderón lo hizo mal,  presto las condiciones necesarias para que las elites transversales se mantuvieran en el poder, ya que estas surgen “por un reparto difuso del poder”[4]. Dejo que el narcotráfico y Ejército se llevaran miles de victimas debido a la quebrantada estructura en la que habitan y uno de los puntos que es importante mencionar es el cambio de perspectiva que se ha dado en la sociedad con respecto a la muerte, esto fue causado por el gobierno y los medios de comunicación que día a día, intentaban dar una perspectiva de triunfo la cual era absolutamente equivocada. Nuestro país, es y fue un caos.






[1] Gerardo Nieto “La ruta del colapso”, La presidencia débil 2006-2012, 2013, p.44
[2] Ibem.
[3] Ibid. p. 65
[4] Ibid. p.57

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