Lizeth
Karen Quevedo Juncos
México embeleso país,
pero lleno de inestabilidad política, reprobable en Estado de derecho y a su vez en redición de cuentas, mientras
que en el control de corrupción parece toda una bufa hablar de ello. La conmutación
de estos componentes dan origen a lo que hoy conocemos como: frágil gobernabilidad del país. En esta
fragilidad entenderemos como es que se alerta sobre los riesgos de la fractura
social y política del mismo. Existe, en este sentido, una conexión en los
hechos con base en las acciones del partido revolucionario institucional y
Partido acción nacional que recaerán como consecuencia la vulnerabilidad
gubernamental generando otro factor inestable: la tercera generación del crimen o en su defecto narcoinsurgencia. Durante la narco insurgencia llega a su máximo la
desintegración del país en múltiples variables ya mencionadas anteriormente.
México en consecuencia de ello tendrá como nuevo indicador un gran
desgastamiento en el entorno jurídico, social y económico donde Por ello
nacerán las organizaciones paramilitares, inundando las calles demostrando
que México se encuentra en un
desmoronamiento nacional y se ha vuelto mucho corrompible que en el sexenio de
2006- 2012 de lo que era en el periodo 2000- 2006 donde también toman papel el
mal financiamiento y la crisis económica, pero con estas 2 grandes debilidades
como bien ya se sabe la estabilidad se encuentra a costa de los movimientos de
los actores políticos y económicos que van a determinar si existe o no la
autonomía en el Estado. Varias serán las vertientes de las que no podrá
manipular el gobierno para garantizar que este no se vuelva más vulnerable día
con día, siendo que no cuenta ya con un valor intrínseco para la democracia.
Basto que ya una vez registrada la endeble condición del gobierno que
sinceramente ya no es el que gobierna ahora en su mayoría de las acciones
gubernamentales el ejército sea el eje principal ya que en paralelo con la
descomposición nacional, se posiciona a militares en con el poder necesario
para desarrollarse dentro del sistema institucional, imponiendo así a la
sociedad como escapatoria a la abrupta violencia la militarización del régimen,
situación repetitiva en la historia puesto que durante el mandato de victoriano
huerta también se buscó la militarización donde como resultado en ambos casos a
pesar de la diferencia en el ínterin se obtuvo un sistema político con déficit
en democracia, donde ahora parece ser el ejercito el nuevo eje o actor político
principal en cuanto a la seguridad pública, visiblemente existe un fracaso en
la democracia y en el ejercicio de esta, se ha convertido en una pretorianización donde las instituciones
políticas parecen entes carentes de
valor y obsoletas que permiten que las fuerzas armadas tomen el mando en la
esfera política. México día con día transita a la centralización del poder y a su vez un régimen autoritario que provocara desconcierto en la sociedad
donde no extrañamente se podría empezar hablar de anarquía y en paralelo todas
sus repercusiones como lo sería más violencia, está dentro como fuera del
sector del narcotráfico. En conclusión tal y como sostiene Gerardo Nieto el régimen que busco dar fin al narcotráfico se volverá uno
militarizado, siendo que la estrategia ha sido pronosticada como fallida,
arrojando como resultado el derrocamiento del gobierno.
Bibliografía
Nieto,
G., La Presidencia débil 2006- 2012. Ensayo político sobre la dialéctica del
caos. México, Editorial Siembra.
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